Reflexión sobre un hecho recogido por el “Cronikon y los Alcaldes de Cullera” de Joaquín Costa Cardona, el 3 de octubre de 1918
De acuerdo con el libro “Cronikon y los Alcaldes de Cullera” de Joaquín Costa Cardona, el 3 de octubre de 1918, hubo una bajada extraordinaria de la denominada “Virgen de Castillo”. ¿Para qué? Para solicitar la mediación de María Santísima ante la gravísima pandemia gripal conocida como “la cucaracha”. ¿Y qué ocurrió? Pues del citado texto se infiere que cuando la bajaron es cuando más fallecimientos hubieron. Así lo cuenta el citado Cronikón, página 136:
“*Cullera – “La cucaracha” se manifiesta a mediados de septiembre y se generaliza rápidamente. Reina la epidemia. Bajada de la Virgen el día 3 de octubre. Sigue, y hacia el 10 de octubre hay muchas defunciones, se calcula dieciocho, el 19 se calculan 13. Continúa con fuerza la cucaracha. Hacia el 27 y 28 disminuye la mortalidad y decrece la epidemia. Sigue decreciendo paulatinamente en noviembre y desaparece a primeros de diciembre”.
Y eso a pesar de la consideración y del proceso de declaración de la citada “virgen” como “patrona”, es decir, protectora, de Cullera…
Razón: facultad de discurrir.
Luz